Foto ganadora del concurso de fotografía Apiscam 2019
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Autor: Daniel Juanes
Segundo puesto concurso de fotografía Apiscam 2019 (detalle)
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Autor: Ruben Mancilla
Tercer puesto concurso de fotografía Apiscam 2019 (detalle)
Apiscam | Asociación de apicultores de la Comunidad de Madrid
Servicios a nuestros socios: Servicio veterinario de apicultura. Cursos de formación en apicultura. Disponemos de asentamientos compartidos para los socios que se inician en la apicultura. En la nave de Torremocha de Jarama (Madrid) disponemos de servicio de extracción y envasado de miel. Obtención de Registro Sanitario para tu miel. Laboratorio para el análisis de mieles. Programa anual de compras comunes.
El Concurso de Mieles de la Comunidad de Madrid tiene como finalidad reconocer la labor y el esfuerzo que realizan nuestros apicultores y dar a conocer y potenciar la calidad…
BASES CONCURSO FOTOGRAFÍA APÍCOLA Participantes: Podrá participar en el presente concurso cualquier persona física o jurídica residente en España sin límite de edad. Presentación: Cada participante presentará 1 fotografía de…
RIESGO DE INCENDIOS:
RECUERDA QUE DEBES DISPONER DE LA AUTORIZACIÓN PARA EL USO DE AHUMADORES DURANTE TODO EL AÑO.
RECUERDA QUE DEBES LLAMAR AL 900 720 300 ANTES DE UTILIZAR EL AHUMADOR.
PUEDES LLAMAR DE LUNES A VIERNES DE 9 A 14 HORAS. Más información …
La sede de la Asociación está abierta los jueves de 16:00 a 20:30, en este horario se puede contactar por teléfono directamente con la asociación y con el veterinario.
En esta sección podrás encontrar información sobre la apicultura en la Comunidad de Madrid, y una galería fotográfica realizada por miembros de la asociación con imágenes interesantes.
Madrid tiene una importante tradición en el cultivo de las abejas, como se refleja por ejemplo en la toponimia de la región en múltiples poblaciones como Colmenar Viejo, Colmenar de Oreja, Colmenar del Arroyo, Colmenarejo, etc. También la abundancia de colmenares tradicionales es testigo de la importante actividad apícola de la región.
Según la estadística recogida en el año 2012 la producción de miel en la Comunidad de Madrid, fue de 150.000 kilogramos de miel. Esto supone un 0,45 por ciento de la producción total de miel en España. El tipo de miel de mayor producción en nuestra región es la miel milflores (50 por ciento), recogida por las abejas de muchas flores diferentes. En cuanto a la producción de cera y polen en el año 2010, fue de 8.000 kilogramos y 2.000 kilogramos respectivamente, mientras que en 2012 la producción de polen se evalúa en 15.000 kg.
Además de la producción de miel, el papel más importante que desarrollan las abejas en la conservación del medio ambiente es la polinización. Las abejas representan el 85 por ciento de la fauna polinizadora de las plantas cultivadas.
Galeria de fotografías
Abejas agrupadas sobre el frontal. Foto: E.Luengo
Celdas reales. Grabado del tratado de Langstroth «La abeja y la colmena» (c)
Abejas nodrizas y huevos en el fondo de las celdas. Foto: Rafadrover
Foto: Jaime Hdez. Mansilla
Foto: Jaime Hdez. Mansilla
Foto: Jaime Hdez. Mansilla
Foto: E.Luengo
Foto: Jaime Hdez. Mansilla
Foto: Jaime Hdez. Mansilla
Foto: Jaime Hdez. Mansilla
Foto: E.Luengo
Foto: E.Luengo
Colmena de observación. Cortesía del Aula Apícola de Hoyo
Colmena Huber. Cortesía del Aula Apícola de Hoyo
Colmena de cemento. Foto: Jaime Hdez. Mansilla
Colmena Langstroth (perfección) Foto: E.Luengo
Colmenas Langstroth abierta y con alzas Foto: E.Luengo
Cuadro nuevo con cera estirada y pequeño parche de miel. Foto: E.Luengo
Foto: Eugenio Caballero y Sercamar1 Reparación de colmena antigua con chapa Foto: Eugenio Caballero y Sercamar1
Historia
Sección elaborada con la colaboración de Saturnino San Juan Martín (Datos estadísticos y referencias históricas) y Jaime Hernández Mansilla (Bibliografía y fotografías antiguas).
Madrid tiene una importante tradición en el cultivo de las abejas, como se refleja por ejemplo en la toponimia de la región en múltiples poblaciones como Colmenar Viejo, Colmenar de Oreja, Colmenar del Arroyo, Colmenarejo, etc. También la abundancia de colmenares tradicionales es testigo de la importante actividad apícola de la región.
La apicultura tradicional se realizaba empleando colmenas de panales fijos, a semejanza de las colmenas naturales. Este tipo de colmenas no permiten más manejo que la cosecha de la miel, que además debe realizarse destruyendo parte de los panales.
Colmenar tradicional en la localidad de Colmenar Viejo. Foto cortesía de E. Luengo
Antigua colmena de panales fijos en un colmenar en desuso.Foto cortesía de E. Luengo
La revolución que cambió los sistemas tradicionales de apicultura tuvo lugar a mediados del siglo XIX con la invención de la colmena de cuadros móviles por parte de Langstroth en los Estados Unidos. Este tipo de colmena permite la inspección del núcleo de cría y los cuadros de miel de la colonia, lo que hace posible un tipo de apicultura racional y mucho más productiva.
Colmena Langstroth según figuraba en el libro «La abeja y la colmena» de Langstroth
En España la difusión de la colmena movilista se realizó a través de apicultores pioneros entre los que destaca Enrique de Mercader-Belloch, que estableció la primera fábrica de colmenas modelo Layens e inició la publicación de la revista El Colmenero Español.
En la región de Madrid la introducción de las colmenas movilistas fue realizada por apicultores de la importancia de Teodoro J. Trigo, que fundó La Moderna Apicultura en 1919, la primera fábrica de colmenas Langstroth modificadas, que patentó con la denominación «Colmena Perfección”. Trigo fue también el responsable de la escuela de apicutores de Madrid ubicada en la Casa de Campo y que se impartió cursos prácticos anuales a partir el año de 1922. En esta escuela se formó un importante número de apicultores en las técnicas de la nueva apicultura movilista.
Trigo es autor también del libro «Apicultura Práctica y Sencilla” un libro de apicultura aplicada basado en su experiencia propia como apicultor, que presenta además la adaptación de los conocimientos generales a la realidad del terreno y clima del entorno de Madrid.
Otra figura relevante a destacar en la apicultura de Madrid, y por tanto de España, fueron Javier Cabezas y su mujer Maria Estremera. Cabezas fue sucesor a partir de 1940 de Teodoro J. Trigo en la escuela de apicultura de la Casa de Campo, y también fue autor del libro «Apicultura Práctica. La cartilla del Colmenero” en 1951.
También cabe destacar la labor de Narciso José Liñan Heredia con la escuela de apicultores para maestros rurales organizada en Miraflores de la Sierra a partir de 1927.
El impulso de la apicutura racional en nuestra región también debe mucho a numerosos apicultores anónimos que con su interés y esfuerzo lograron la extensión de los nuevos conocimientos y la continuidad generacional de esta afición-trabajo que es el cultivo de las abejas.
Cursillo de apicultura en Madrid, 1941.
Colmenar movilista en Moralzarzal de D. Horacio Hernandez. Hacia 1930 Foto cortesía de Jaime Hernández Mansilla
La introducción de la colmena movilista en Madrid, al igual que en el resto de España, tuvo cierto retraso debido a la inercia de las costumbres tradicionales, de manera que a principios del siglo XX aún era mayoritario el uso de colmenas de cuadros fijos frente a las de cuadros móviles, siendo a partir de entonces más o menos rápidamente sustituidas en Madrid principalmente por el modelo de colmena Langstroth- Perfección, y en menor medida por la colmena tipo Layens.
Según el Catastro de Ensenada la región contaba con 15699 colmenas en 1751 especialmente distribuidas en las poblaciones de Colmenar Viejo, San Martín de Valdeiglesias, Manzanares el Real, y otras poblaciones como Valdemorillo, Robledo de Chavela, Villarejo de Salvanes, Villa del Prado, Hoyo de Manzanares, Pedrezuela, Torrlaguna, Miraflores, etc.
La estadística del Sindicato de Apicultores de 1928 indicaba un número de colmenas similar, 15654 y 336 apicultores, y en los inicios de la década de los 30 un número algo superior en torno a las 16900 colmenas. En conjunto frente al número de colmenas nacional se trata de un porcentaje no muy importante de las colmenas existentes, sin embargo como se ha mencionado la actividad apícola ha tenido y tiene una importante influencia en la región.
Colmenar en la provincia de Madrid hacia 1930. Foto cortesía de Jaime Hernández Mansilla
Foto cortesía de Jaime Hernández Mansilla Antigua colmena modelo Layens. Foto cortesía de Jaime Hernandez Mansilla
Miel de Madrid
La miel de Madrid presenta unas características excelentes determinadas por el tipo de nectar que recogen las abejas, predominando en gran medida las plantas aromáticas como el romero, tomillo y el cantueso, junto con otras muchas especies de la flora madrileña como retamas, encinas, etc.
La miel es un alimento con cualidades apreciadas por la humanidad desde tiempos prehistóricos. Durante muchas generaciones y hasta tiempos no tan lejanos fue el único endulzante disponible, y siempre ha sido apreciada tanto por su sabor como por su poder nutritivo.
Es producida por las abejas a partir del nectar de las flores o de secreciones de partes vivas de plantas. Las abejas recogen y transforman sus azucares a través de una encima especial, la invertasa.
Las abejas almacenan la miel en panales de cera natural también producida por ellas, y allí sufre un proceso de maduración en el que además de los cambios bioquímicos mencionados va perdiendo humedad, convirtiéndose en un alimento apto para ser almacenado durante grandes periodos de tiempo sin pérdida de sus propiedades.
La producción natural de miel excede bastante las necesidades de la colmena. Este excedente se emplea para casos de necesidad y épocas adversas (otoño e invierno).
De esta manera cuando deja de estar disponible el nectar en el campo las abejas consumen la miel almacenada, lentamente en invierno, pues están menos activas, y con fuerza a principios de la primavera para potenciar su población.
La apicultura racional busca extraer solamente el exceso de miel que no necesitan las abejas. Para ello se dejan abundantes reservas de miel de cara al invierno y se extrae miel de la parte de la colmena llamada alza, que es un suplemento al tamaño habitual de la colmena, o bien de cuadros exteriores al núcleo de cría.
El sabor y aspecto de la miel son propios de cada colmenar e incluso de cada temporada, según se hayan producido las floraciones, es la llamada miel milflores. Algunos apicultores especialmente dedicados mueven sus colmenas buscando floraciones específicas para obtener miel monofloral de romero y otras especies apreciadas.
En la actualidad no existe una denominación de origen de este producto para Madrid, aunque APISCAM está iniciando su posible puesta en marcha. Esperemos que para un futuro cercano podamos contar con una etiqueta identificativa de nuestro producto.
Panorama actual
El censo de colmenas en España, verificado sobre la base del Registro de explotaciones apícolas, en el año 2012 ascendía a 2.459.292, lo que supone un ligero descenso respecto al comunicado en el año 2010.
El número de apicultores registrados en todo el país según la estadística de 2012 es de 23.473, de los cuales 4589 son apicultores profesionales (denominación que corresponde a aquellos apicultores con más de 150 colmenas).
Respecto al número de colmenas el 78,7% de éstas pertenecen a apicultores profesionales. El porcentaje de apicultores profesionales en España ha sufrido un leve retroceso, ya que los datos actuales reflejan un nivel de profesionalización del 19,50%, dato inferior al comunicado en 2010 del 22,51%.
Comunidades autónomas como Andalucía, Extremadura y Valencia concentran el 61,9% de la producción del sector.
Los datos nacionales indican una media de colmenas por apicultor de 105, algo superior a la media del periodo anterior. La media de colmenas por apicultor profesional asciende a 422 cifra que se ha incrementado respecto a 2010, mientras que en los apicultores no profesionales cuentan con una media relativamente estable de 28 colmenas. [fuente: Programa nacional de medidas de ayuda a la apicultura en España. 2014-2016. Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino].
En la Comunidad de Madrid están registradas 179 explotaciones con un total de 8.461 colmenas, 30 de las cuales tienen más de 150 colmenas, considerándose su actividad como profesional.
La mayoría de las explotaciones apícolas de Madrid son estantes, es decir, los colmenares de sitúan en lugares idóneos y en general no se mueven. Tan solo 33 explotaciones apícolas realizan trashumancia de las colmenas por diferentes municipios para el aprovechamiento de la flora. Están fundamentalmente distribuidos por la Sierra Norte y en la Cuenca Alta del Manzanares.
Según la última estadística, recogida en el año 2012, la producción de miel en la Comunidad de Madrid fue de 150.000 kilogramos. Esto supone un 0,45 por ciento de la producción total de miel en España. El tipo de miel de mayor producción en nuestra región es la miel milflores (50 por ciento), recogida por las abejas de muchas flores diferentes. En cuanto a la producción de cera y polen en el año 2010, fue de 8.000 kilogramos y 2.000 kilogramos respectivamente y en 2012 la cantidad de polen se estima en 15.000 kg.
Además de la producción de miel, el papel más importante que desarrollan las abejas en la conservación del medio ambiente es la polinización. Las abejas representan el 85 por ciento de la fauna polinizadora de las plantas cultivadas.[Fuente datos sobre Madrid: artículo publicado el 28 de noviembre de 2011 por Equo Sierra de Madrid. Datos de producción actualizados con el Plan Nacional de Medidas de Ayuda a la Apicultura 2014-2016].
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